Civilización y barbarie

Abrís un ojo, despacio, abrís el otro. Escuchás mucho ruido, ruido a ciudad, ruido a civilización.
Un ratito mirando el techo y te incorporás en la cama. Te sentás en lo oscuro y sin mirar la hora abrís la ventana.
Entra un taladro, una amoladora, un martillo neumático, una radio de cuarteto pero nada de luz más que algunas ventanas abiertas.
Te agachás, mirás el celular.
Son las 4 y media de la mañana.
Puteás a los obreros y te volvés a dormir.
Cierto que estás de vuelta en la gran ciudad.

Un estudiante nunca se acostumbra vivir en un piso 11.

El por qué de la milanesa

Determinista y soberbio creo que son dos palabras peyorativas que usaría para definirme. Pero para definirme en relación al mundo circundante.
La verdad es que tengo un blog que se llama palabras violentas que empezó siendo una especie de desahogo literario y hoy se está transformando en una pancarta agujereada en una movilización del MST.
Resultado: traslado la pancarta para acá así respiro por palabras y escupo deterministamente.

Veremos de que se trata este rollo